El asno con la piel de león
Había un viejo mercader que viajaba de pueblo en pueblo, llevando sus mercancías a lomos de un asno.
Este mercader se valía de un ingenioso ardid para alimentar a su burro. Tan pronto como llegaba a un pueblo, lo descargaba y lo cubría enseguida con una piel de león y luego lo soltaba en un campo de arroz o alfalfa.
El asno comía hasta hincharse y los dueños de los campos no se atrevían a echarle, ya que creían que se trataba de un león verdadero.
Un día, el mercader volvió a un pueblo en el que había estado y repitió la acción, pero un campesino que lo avistó corrió a la población vecina para pedir ayuda, y fueron al encuentro del falso león armados hasta los dientes.
El burro, asustado, empezó a rebuznar, descubriéndose la mentira de su dueño.
Los campesinos, irritados aún más por haber sido engañados, se lanzaron sobre el pollino moliéndolo a palos de tal manera que, cuando el mercader logró rescatarlo, se lo encontró moribundo.
El hombre se tiró de los pelos al ver que, por su avaricia, había perdido a un compañero fiel y útil, y mientras el pollino moría, el mercader iba diciendo
No es la piel lo que hace temible al león….. Fin………..
Autor: Alberto Vázquez
Esta fábula nos enseña que el engaño y la mentira conducen siempre a malos resultados
Desde que vino a nuestras vidas el dichoso virus2019
la sociedad, nosotros y todo a cambiado radicalmente
Ya no somos los mismos, de una manera u otra hemos cambiado
Si bien hay que reconocer los grandes daños que la pandemia ha ocasionado, no se deja de reflexionar sobre los aprendizajes que ella nos ha traído
Carmen Csr